Todos sabemos que las leyes en Japón son poco amigables con respecto al spoiler de sus obras de manga. Los castigos no solo son llamados de atención. En Japón estas infracciones pueden ser pagadas con cárcel según sus leyes.

Recientemente se ha confirmado la aprensión de dos sujetos que se encargaban de filtras material de revistas con sello de Shuēisha.

Parece ser que esta no es la primera vez que estos sujetos filtran material exclusivo, ya que uno de los detenidos, había cometido el mismo delito con anterioridad, pero pudo salir librado debido a que la investigación no reunió las suficientes pruebas para encarcelarlo.

Tal parece ser, que parte de este grupo volvió a caer por filtras hojas del manga de Blue Lock. Inmediatamente estos personajes fueron detectados como los causantes de las filtraciones y fueron detenidos inmediatamente.

Por ahora no se ha revelado la identidad de estos piratas. Tal parece no solo se limitaban a mostrar fotografías de los tomos, sino que también se tomaban el trabajo de su traducción.

Con este tipo de delitos quienes sufren más son las empresas encargadas de imprimir las obras. El ente principal de la distribución de estos materiales es la Shonen Jump.

El daño directamente hace que los lectores de las obras pierdan el interés de comprar el material físico, ya que prefieren adelantarse mediante filtraciones en las redes. Recordemos que la compra de material original apoya directamente al mangaka detrás de la obra, así como a sus respectivos editores.

Te recomendamos: Kimetsu no Yaiba: Así luce la versión realista de Nezuko Kamado gracias a la inteligencia artificial

Apoyar a la piratería puede causar que muchas veces esa obra no reciba el apoyo necesario para futuros proyectos, por lo que es importante conseguir el material original.

Por eso en Japón las personas que filtren material antes de su distribución son mal vistas por los autores, ya que causan un impacto directo en las finanzas de los encargados de producirlas.

Los jóvenes aprendidos supieron decir que, aunque ellos tomaron las fotos, en realidad no estuvieron encargados de hacerlas virales por las redes. Insinuaron que hay otras personas detrás de la filtración de sus fotografías. Muy difícil de creer después de que estos jóvenes son reincidentes en este delito.

La primera vez salieron bien librados de su arresto, pero esta vez las cosas pueden dar un giro inesperado por ser reincidentes. ¿Crees que esta vez sí vayan tras las rejas? No olvides seguirnos en nuestras redes.